viernes, 15 de marzo de 2024

El mundo hoy en día es menos hermoso.


    Eso es lo que pienso cada vez que deja este plano de existencia algún gran artista, de esos que dejan detrás de si no solo a un montón de dolientes, debido a su partida, sino que una tremenda obra como legado y que bien puede ser apreciada por el valor estético en ella.  Les estoy hablando de trabajos que sobreviven a su autor y que en vida este, como luego de su muerte, despiertan en la gente emociones positivas de todo tipo, haciéndolas soñar y hasta inspirándolas... Lo anterior sucede con la música, la pintura, como con otras expresiones artísticas, siendo para mí las que más me sobrecogen la literatura (narrativa y teatro), cómics, cine y la actuación...
 
1. A quién perdimos esta vez
 
    El viernes pasado nos enteramos de la muerte de Akira Toriyama a la edad de 68 años (¡Aún joven para nuestros actuales estándares!), que tengo entendido su deceso ocurrió por lo menos una semana antes, pero su familia decidió hacerlo público solo días después.
    Para millones de personas en todo el mundo, saber esta noticia fue un gran golpe, justo al término de una semana que para gente como su servidor significaba el regreso a las clases, luego del receso estival de vacaciones de verano... ¡Y es que tras la sorpresa de esta pérdida, imposible no recordar cuando en la juventud de muchos, luego de clases un@ regresaba a la casa, entre semana, para verse un nuevo capítulo de Dragon Ball o Dragon Ball Z, las dos series de anime más famosas salidas de la mente de Toriyama!
     La animación japonesa hoy en día es bastante popular en Occidente, que hace rato ya que los nipones consiguieron "invadirnos" con su arte (y también verdaderos productos comerciales), al punto de que muchos de sus títulos y personajes, son conocidos incluso por la gente que no los ve.  Al respecto, los programas mencionados al final del párrafo anterior. son claro ejemplo de ello y bien forman parte ya de la cultura popular como lo son Frankenstein, Sherlock Holmes, Spider-Man, Darth Vader o Batman.
     Pocos son los nombres de los mangakas (autores de mangas, o sea, escritores de cómics japoneses), que el ciudadano promedio o "protoñoño" conoce de memoria y al respecto Akira Toriyama es una excepción, porque su obra más celebre consiguió marcar a más de una generación.  Justamente mencionar a héroes como Goku, Piccolo, Vegeta, villanos de la talla de Freezer, Cell o Magin Boo o "ataques" tales como Kame Hame Ha y Genkidama son reconocidos a un nivel que nos puede sorprender, considerando la edad de la gente o sus propios gustos personales.  Lo que les cuento es, tanto efecto del poder que puede tener una buena historia, unos personajes entrañables, como de una publicidad potente, algo que claramente sucede con los títulos mencionados.
    Akira Toriyama tiene otros títulos aparte de aquellos relacionados con Goku y amigos, pero son estos los que le dieron celebridad en Occidente y en el caso de muchos de nosotros, en Chilito, y al hacerse estos tan exitosos, son las series que lograron quedarse instaladas entre nuestros más preciados recuerdos.
    Antes de que se estrenara Dragon Ball, Toriyama escribió Dr. Slump y por lo mismo su versión animada llegó a la pantalla chica, primero que la dedicada a su trabajo más célebre (emitida entre 1981 y 1986).  Acá a Chile solo llegó después del éxito de Dragon Ball (ignoro si entonces ya estábamos en la etapa de Goku adulto, correspondiente a Dragon Ball Z).  A diferencia de la historia acerca del guerrero encantador de pelo en punta, este otro título era una comedia pura, muchas veces cayendo en el absurdo (aunque con su lógica, claro), llena de personajes estrafalarios y fascinantes, empezando por la niña robot llamada Arale y por su creador, quien le da su nombre al show, un gordinflón genio científico con problemas de seguridad, aunque de buen corazón.  Arale es poderosísima e ingenua, aunque no le cuesta hacer amigos.  Este manganime es una celebración de la ñoñería, pues está lleno de referencias directas a series y pelis japonesas y gringas, a las que su creador amaba: como los kaijus Godzilla, Gamera, Ultraman y Ultraseven, el filme Alien, también nada menos que el propio Superman (con su variante obesa y tarada de nombre Supaman) y Star Trek (gracias a un irascible niño muy parecido al Señor Spock).  No olvidemos las tantas veces en que se "rompe la cuarta pared", pues el propio mangaka sale como personaje y a las numerosas caquitas antropomorfizadas, que nos dan momentos graciosísimos.  Cabe mencionar que en español latino solo unos 74 episodios se doblaron, de los más de 200 que comprenden la serie.  He querido descargar esta pieza de antología, sin embargo, no la he pillado en un formato que me convenciera, solo su remake de los noventa y el que justamente no me interesa.  Apenas la vi una sola vez, gracias a un amigo que la grababa en VHS de la tele y la rememoro con mucha nostalgia.


                                                    Opening de Dr. Slump en español latino
 
2. De Goku y demases.
 
    Dragon Ball es la historia de Son Goku, un niño huérfano que vive en la montaña, alejado del resto de la civilización.  Un día se encuentra con una preciosa, coqueta e inteligente muchachita de nombre Bulma, quien anda buscando las llamadas 7 Esferas del Dragón, las cuales al ser reunidas pueden concederle cualquier deseo a quien lo logre aquello.  El chico se une a la aventura y ello le permite hacer un montón de amigos, como también enemigos, conocer a su futura esposa (cuando ambos aún son solo infantes) y asimismo convertirse en discípulo del maestro Roshi, un sabio y lascivo anciano que también con facilidad se ganará el corazón del público (al igual que el resto del tremendo dramatis personae de esta obra), acompañado de quien será su mejor amigo para toda la vida: el leal Krilin.  Cabe mencionar que, justo en medio de la primera saga de acción de Dragon Ball, La Patrulla Roja, se realiza el inolvidable crossover entre este manganime y Arale, algo que los latinos solo pudimos apreciar a cabalidad cuando se dignaron a traernos el anime sobre la androide.
     En el caso anterior también tenemos 153 episodios, en los que priman la aventura y la comedia, si bien Toriyama sabía darnos grandes escenas de acción (con una violencia increíble para los que no estaban acostumbrados a ver en un programa "infantil", por no mencionar los chistes de tipo sexual) y varios otros que hasta lágrimas nos sacaron.  Por otro lado, no se puede dejar de lado el tema valórico tan fuerte detrás de su argumento, que acá los temas de la fraternidad, el trabajo en equipo y el esfuerzo serán primordiales, asi como las nuevas oportunidades para crecer como individuos (dejando de lado egoísmos en pro del bien común).
    Tras la finalización de Dragon Ball, ya al comienzo de la vida adulta de su protagonista y ahora convertido en un hombre casado, en 1989 se estrena Dragon Ball Z, su secuela directa.  5 años han pasado desde la última vez que vimos a nuestros héroes y tras la unión de Goku y Milk (Chichi en japonés) ha nacido su primer vástago: Gohan (llamado así en honor del "abuelito" de Goku, el dulce hombre que lo acogió tras encontrarlo vagando en las montañas y que con su amor le concedió la personalidad noble que lo volvería tan querible).  La vida va sin contratiempos, hasta que les llega la amenaza más grande a la que se hayan enfrentado hasta ahora: Una fuerza alienígena que nos revela, con gran sorpresa del público que "ha crecido" junto a Goku y al resto (puesto que en Japón y buena parte del mundo han pasado años desde que comenzó todo), los orígenes secretos del joven padre.  A partir de entonces, ya nada será igual y la trama no solo mejorará, sino que nos dará un espectáculo que en verdad se volverá uno de los hitos en el manganime y sentará precedentes para posteriores títulos, que solo serían posible gracias a la influencia de Dragon Ball Z (como mi muy apreciado Naruto, que está clara su deuda con el título del que les hablo).
    La genialidad del tristemente desaparecido Akira Toriyama, radica en lo que hizo a partir de lo recién mencionado: Desde devolvernos a su personaje más querido y famoso, con ese salto cronológico tan significativo, a concedernos tremendas sagas llenas de héroes, antihéroes y villanos que llegan a opacar a los que ya conocimos.  No solo conocemos ahora a nombres tan valiosos como Kaio Sama, Vegeta, Número 18, Freezer, Trunks y Mr. Satan, entre muchos más, sino que la evolución por la que pasan los ya archicélebres Goku, Krillin y en especial el aún más heroico Piccolo (antiguo rival de Goku e hijo de uno de sus mayores enemigos) es una fuerte razón para amar esta pieza.  Las sagas oficiales son extensas (entre 35 y 92 episodios, desde la más breve a la más extensa) y si bien hay relleno entre medio, este es entretenido, no implica tanto tiempo e incluye una saga propia bien respetable, salida a partir de una de las películas fuera del canon, pues no están basadas en el manga (la de Garlick Jr., de 10 capítulos en total).
    Todo Dragon Ball Z duró 291 episodios, entre 1989 y 1996.  A Chilito llegó recién entre medio de los noventa y fue un bombazo mediático.



                                               Opening de Dragon Ball en español latino
 
3. Nueva vida para nuestros héroes.
 
    Poco después de terminar la adaptación del manga de Dragon Ball Z, vino Dragon Ball GT, en 1996 , una rara continuación que pretendía retornar al elemento aventurero de la serie clásica (Dragon Ball), partiendo de tres premisas que prometían ser interesantes: El retorno de un viejo villano, de la época de la infancia de Goku, a este último sometido a un encantamiento que hacía que su cuerpo rejuveneciera, hasta la época de su niñez, y la obligación de encontrar por el espacio la contrapartida de las Esferas del Dragón, para evitar una catástrofe tremenda; a lo anterior se le suma una nueva transformación, que le conferiría un nivel mayor de poder a Goku.  Todo el mundo estaba expectante con esta nueva etapa, pero al final solo logró 65 episodios y es que si bien tenía diseño de personajes del propio Toriyama, los guiones fueron de otros escritores y, la verdad, estos no se esmeraron mucho. El programa se hizo tedioso y terminó aburriendo; por mi parte, en mi juventud fue de mi agrado, no obstante, cuando la volví a ver muchos años después, ahora junto a mi sobrinito regalón por allá en el año 2019, la encontré un verdadero bodrio (aunque admito que el último capítulo es muy emotivo).  Tras las decepciones de rigor, se decidió sacar del canon tan pésimo show.
     Tras años sin tener nuevo material de la franquicia, ya avanzado el siglo XXI, en 2013 por fin se estrenó una nueva película sobre Goku y sus amigos: La Batalla de los Dioses.  Esta vez la historia es del propio creador del manganime original, así como su diseño de personajes, aunque el guión lo escribió otra persona.  La producción fue un éxito, ya obviados los desastrosos eventos de Dragon Ball GT.  Debido a sus logros, un par de años después, en 2015, dio pie a una nueva etapa en cómics y televisión de nuestros héroes, la que recibió el nombre de Dragon Ball Super, que tendría 131 episodios y 3 películas más.  Los eventos de los filmes para cine fueron adaptados, con posterioridad, en la versión televisiva.  Debo decir, sin vergüenza, que hasta la fecha nada me he visto al respecto.


                                          Opening N° 1 de Dragon Ball Z en español latino
 
4. Goku y yo.
 
    Como ya pareciera costumbre en mí, comencé a ver Dragon Ball Z muchos años después de que comenzó a emitirse en la tele; eran finales de los noventa y un compañero amigo (William) de la universidad me preguntó si podía grabarle en VHS los capítulos, porque él no iba a poder ver la serie en las tardes ya, que justo iba a comenzar una nueva saga y se notaba buena.  Me habían hablado harto ya de ese anime, que tenía varios fanáticos por acá; además, yo ya tenía dos primeros acercamientos con este programa: En el desaparecido cinearte Alameda (¡Cuánto se le extraña!), en uno de esos festivales de animación japonesa que abundaban por aquel entonces (por lo general organizados por fansubs, o sea, fanáticos que traducían por su cuenta el material que en esos años no estaba disponible de otra forma) me vi la película Fusión (que apenas entendí, porque esta no estaba subtitulada y ni conocía a los personajes); asimismo, para un cumpleaños una amiga (María Elena) me regaló Garlick Jr. Inmortal, la que al menos venía doblada en "español coño" (para muchos de nosotros, nuestros contactos iniciales "comprensibles" con Goku, fueron gracias al horrible trabajo hecho en la Madre Patria, que en copias piratas llegaban acá e incluso las vendían en supuestas sucursales legales de Manga Video, una importante empresa gringa que se dedicaba a distribuir en Occidente esta verdadera "fiebre amarilla"), así que esta vez sí que la disfruté mucho...
   Volviendo a William y a su encargo, esa tarde cuando me senté al televisor, nunca pensé que sería el comienzo de un verdadero romance que duraría hasta ahora y es que, para mi suerte, aquella vez era el comienzo de la saga de Cell, que partía potente, te agarraba desde los primeros minutos y ya no te soltaba más.  Por otro lado, un par de amigos que poseía desde mi infancia (Cristofer y Jonathan, los hermanos Torres), la estaban grabando desde hace rato, así que me fueron prestando los cassettes desde el principio (si bien el número uno, partía con los cinco que creo tratan del final de Dragon Ball, cuando Goku debe hacer un peligroso viaje antes de casarse).  Poco después le pedí a los mentados compadres, que me prestaran el material que poseían de Dragon Ball y luego de Arale, así que ya estaba encantado con la labor de Akira Toriyama.
   De esa época recuerdo los discos compactos que salieron a la venta, con mucha publicidad y éxito, de las canciones dobladas en español latino (la versión "castiza" venía en el segundo, aunque interpretada por un cantante americano y es que, como ya dije más arriba, las copias piratas del doblaje español eran bien populares por acá).  Yo los tuve regrabados en cassettes, gracias a otro amigo (Mauricio), quien era fanático junto a su hermana (Mónica) y su sobrino (Jesús).  Junto a los anteriores, menos el Pelao (el mismo Mauricio) y otros amigos (René y sus hijos Alan y Sami) fuimos juntos a un espectáculo musical sobre Dragon Ball Z; recuerdo que era malito, con tipos usando máscaras y trajes malhechos, como de espuma, pero igual la pasamos bien (el evento igual fue un éxito por estos lares).
    Me acuerdo de los distintos álbumes de láminas, que creo coleccioné al menos uno, los tazos (esos los tenía todos, que no jugaba con ellos, aunque eran tan lindos...).  Y cuando, para unas vacaciones de invierno, fue toda una sensación el estreno de la primera película de Broly, la que llegaba con años de atraso a Chile, si bien se agradecía; porque hace mucho tiempo (quizás décadas) que no se exhibía de manera comercial y en la pantalla gigante anime.
    Entre 2016 y 2019 me habré visto de nuevo las aventuras de Goku, todo desde Dragon Ball hasta Dragon Ball GT, incluyendo varias películas, para compartirlo con mi sobrinito Amilcar.  Fue hermoso este reencuentro, aunque esta vez GT lo encontré una verdadera mierda.  A ver si ahora, que Amilcar ya posee 14 años, le dedicamos tiempo a Super, pues tanto él como yo lamentamos mucho el fallecimiento demasiado temprano de su creador.
    Quiero terminar estas palabras, dando un agradecimiento a Mario Castañeda, importante actor de doblaje mexicano y quien le dio a Goku para esta zona del mundo una impronta formidable, tal como el resto de los artistas que lo han acompañaron por tanto tiempo, dándonos un trabajo de calidad al concederle sus voces a todos esos grandes héroes y villanos.  Siendo que ha interpretado a un montón de personajes del cine y la televisión (él es quien dobla a Bruce Willis y a Jim Carey), en la serie The Flash nos dio un momento de antología, al hacer que su personaje cantara justamente una canción de Dragon Ball Z.  Amilcar y yo asistimos a una charla que dio en la Comic Con y en verdad es muy adorable.


                                           Opening N° 2 de Dragon Ball Z en español latino

jueves, 7 de marzo de 2024

De lo bueno poco


     El año pasado tuvimos sin falta la cuarta temporada de Star Trek: Lower Decks, otra vez con solo diez episodios, algo que lamentablemente se usa hoy en día para los shows animados televisivos, al menos para los dirigidos a una audiencia adulta, tal como es el caso del ejemplo que hoy nos reúne (sumo para ejemplificar lo anterior, los títulos de Rick and Morty, nunca sin perder su calidad, y Harley Quinn, cuya última temporada fue un verdadero bodrio y ya llega a ser desagradable de tanto abuso de lo escatológico).  Tras tres primeros años llenos de gratas sorpresas, que nos permitieron reencontrarnos con varios personajes queridos de la franquicia, de los que no sabíamos desde hace rato, se esperaba con ansias este retorno y, menos mal, no nos decepcionaron.
     Como ya ha pasado en años anteriores dentro de Lower Decks, seguimos teniendo capítulos unitarios (lo que se echa de menos en espectáculos de "mayor envergadura" como Star Trek: Discovery, aunque sí rescató Star Trek: Strange New Worlds, lejos mejor que la anterior), si bien continuaron con la inteligente idea de incorporar una macrohistoria, que se fuera desarrollando de manera paulatina, episodio a episodio, hasta darnos otro potente fin de temporada.
    Por otro lado, el 2024 significó un hecho importantísimo para sus ya queridos cuatro protagonistas: ¡Por fin fueron ascendidos! Y es que los hemos visto evolucionar que da gusto, pues bien merecido se lo tienen.  Por supuesto que todo esto dará para arcos argumentales tanto novedosos, como interesantes y muy divertidos; ya que significará que nuestros héroes, más que nunca, tendrán que poner a prueba su autoconfianza y seguridad, algo que les costaba desde antes a más de uno.  Al respecto, y verdaderamente emotivo, resulta ser que por fin conocemos el gran secreto de Beckett: Por qué razón alguien tan capaz como ella, se quedó pegada como alférez, tras tantos años en la Flota Estelar.  Por supuesto que, lo anterior nos humaniza al personaje a un nivel muy grato (y que, a los trekkers de vieja cepa, les/nos toca la nostalgia a un nivel mayor, tras tomar otro gran detalle, de hace tiempo ya, de Star Trek: The Next Generation, TNG).
    Por otro lado, la siempre dulce D' Vana nos vuelve a mostrar otra parte importante de su faceta como Orión, demostrándonos lo espantoso que puede ser su pueblo y cómo ella es, lejos, una verdadera joya de persona en comparación con dicha gente.  Lo anterior resalta las ideas humanistas de Star Trek de Gene Rodenberry, el creador del programa original y de TNG: Toda persona tiene potencial y es valiosa por si misma, sin prejuicio alguno por su origen, así como son nuestras decisiones las que nos definen.
     Por otro lado, los siempre simpáticos Brad y Sam también tendrán sus momentos (que al segundo lo encuentro un amor) y, por lo mismo, las escenas cómicas gracias a estos dos estarán geniales.
    Asimismo, la nueva tripulante de la Cerritos, la vulcana T'Lyn, pese a sus primeros propósitos, hará muy buena amistad con los cuatro protagonistas y en especial con las chicas (convirtiéndose en una secundaria recurrente y bastante interesante).
     La cuarta temporada tuvo un comienzo memorable, tomando como punto de partida uno de los momentos más dramáticos de Star Trek: Voyager, aunque dándoles ribetes sumamente hilarantes.  Luego volverán a usar de manera ingeniosa, de manera directa e indirecta, uno que otro detalle de las "viejas" series (un beso, en cada caso, a los trekkers que crecimos con la franquicia y añoramos sus viejas glorias).
     Dentro de los momentos memorables, cabe destacar el reencuentro con el Gran Negus Rom y su esposa Leeta, a quienes no veíamos desde el impresionante final de Star Trek: Deep Space Nine (que prestaron sus voces los mismos actores originales para esta animación).  Un joven Wesley Crusher también regresó, aunque su papel estuvo más bien anecdótico; en cambio, un "olvidado" personaje de TNG sí toma relevancia hacia el final de la temporada, siendo muy graciosos los chistes relacionados con el hecho de que el actor que hacía de este, luego en la franquicia hizo de otro personaje (algo habitual en Star Trek).
     Otro punto destacable de esta serie ha sido el hecho de cómo ha sabido aprovechar la riqueza de elementos de la serie animada clásica, la cual solo gracias a Lower Decks se han vuelto canon por fin.  Lo anterior se debe, en gran parte, al uso de varias razas que solo habían aparecido en dicho cartoon (como bien es el caso de la especie a la que pertenece la doctora de la nave) y en esta temporada, en concreto, encontramos un capítulo muy divertido que reintroduce a cierta especie no humanoide de cambiaformas.
     Como ya lleva cuatro años en pantalla, los guionistas han podido jugar con los personajes e ideas sacados exclusivamente para esta producción, lo que ha permitido aprovechar varios de estos elementos, todos ellos llenos de matices: como villanos y secundarios varios, con sus singulares personalidades y manías (al respecto, dos capítulos dedicados a enemigos de la Cerritos y de nuestros héroes, así como la participación de la doctora y el consejero de la nave, que nos hacen reír bastante con sus ocurrencias).
     Por cierto... ¿Qué pasó con el romance de Beckett con la linda andoriana?
    Y por último... ¡Exijo un capítulo con los tribbles! (y también temporadas más largas)

                         
                                                                Tráiler cuarta temporada
 

sábado, 2 de marzo de 2024

Renovar ideas infantiles para un público inteligente con alma de niño (II)

 Acá termino, por fin, mi revisión personal de He-Man y los Amos del Universo...


4. Nuevas versiones.
 
    Entre 1990 y 1991 se emitió originalmente Las Nuevas Aventuras de He-Man, una continuación oficial del show ochentero.  Como para entonces Filmation ya había cerrado, otra empresa se encargó de la animación, una canadiense.  Esta secuela implicó nuevos diseños para el héroe y su némesis Skeletor, así como una ambientación más de ciencia ficción, ya que sus aventuras transcurrían en otro planeta, Primus.  El resto de los personajes que aparecen son nuevos, entre aliados de He-Man y los del propio Skeletor.  El programa tuvo en total 61 episodios, pero no logró trascender, al punto de que hoy en día poca gente lo recuerda, entre quienes éramos niños cuando lo estrenaron y las más recientes generaciones.  Igual tuvo su propia línea de juguetes, aunque estos apenas han sido vueltos a producirse (de hecho, nunca los he visto en tiendas especializadas).  Por mi parte, ni siquiera la vi en mi época, pues me chocaron entonces los rediseños y su estética en general, así que no me di el tiempo al respecto; tampoco fue del agrado dw ninguno de mis amigos, todos ya adolescentes en aquel entonces y adultos.  Así que ya no puedo emitir juicio al respecto.
    Y es cuando llegamos al reboot de 2002, para mí la primera vez en que He-Man y sus compañeros dejaron de lado el aspecto más infantil, para obtener por fin historias audiovisuales más elaboradas y lograr así contentar al público adulto, que gozó de la versión original, pero que ahora estaba dispuesto a aventuras y tramas más sofisticadas.  Aparte de lo recién mencionado, esta actualización del popular show ochentero supo también llegar a la audiencia infantil y/o juvenil, que no solo contaba con personajes de lo más atractivos en su aspecto, sino que reelaboró la imagen de héroes, villanos y máquinas, haciendo que volviera la fiebre por el coleccionismo de sus figuritas.  Dentro de los varios aspectos interesantes de este reinicio, encontramos el importante detalle de su "realismo", para diferenciar la identidad social del príncipe Adam, con la de su alter ego He-Man; y es que este nuevo programa, comienza cuando su protagonista cuenta con dieciséis años y claramente se "ve" de esa edad, si bien es un chico atlético y hasta con masa muscular algo desarrollada (aunque nunca llegando a la hipertrofia, que se observó en el material original); en cambio, cuando se transforma en el hombre más fuerte de Eternia, crece tanto de tamaño, como en musculatura (en la He-Man de antaño, lo único distinto en imagen de uno y del otro, es que el primero es de tes blanca y el segundo moreno, elemento que igual se mantiene acá).  Lo anterior bien recuerda a la dualidad de Billy Batson/Shazam, en la cual seguro se inspiraron para este título.  Destaco, también, su introducción que viene a ser un lindo homenaje al programa que quiso resucitar y la ausencia de la moraleja entregada como epílogo en, al menos, sus tres primeros episodios (en un genial documental, The Power of Grayskull, de 2017, acerca de la franquicia, se nos cuenta que una institución de la época los había obligado a entregar esos mensajes de forma tan explícita y si solo después usaron tal medio, fue para mantener su viejo espíritu).  Cabe mencionar que su primera temporada cuenta con 26 episodios y la segunda más corta, de solo 13.  Lamentable, es que tras lo anterior la cancelaran, justo cuando en su segundo año introdujeron a los Hombres Serpiente, un grupo de humanoides reptiloides liderados por un villano superior a Skeletor (en todo caso, aparecidos ya en la animación de los ochenta) y quienes habían conseguido hacer más interesante este espectáculo (que, para peor, en español latino nunca fue doblada).  Por último, para lamentar más la efímera vida de este reboot, cabe decir que fue lo suficientemente inteligente, como para explicar varios aspectos de la serie original, que antes se daban como "entendidos", tales como el origen de los poderes de He-Man y por qué razón solo cuatro de sus amigos saben su secreto.  Otro aspecto para destacar viene a ser que Kringer, el gato verde gigante del protagonista, ni siquiera en su faceta poderosa de Battlecat, no habla y en ese sentido parece más una mascota que un mejor amigo.
    Y es cuando llegamos a 2021, por orden y gracia de Netflix, empresa que por partida doble nos devolvió a He-Man y a los Amos del Universo.  Primero les mencionaré su propuesta en CGI, producción dirigida a un público infantil (que los diseños de personajes se notan muy acordes a lo que hoy en día se hace para los menores) y la que ya lleva 26 episodios, divididos en tres temporadas (bastante poco para tanto tiempo ¿No?).  Nada más les puedo decir al respecto, que no la he visto y poco me interesa esta versión.



5. He-Man hoy en día (un reencuentro inolvidable)
 
    Tal como me expresé más arriba, en 2021 Netflix estrenó dos actualizaciones de He-Man y los Amos del Universo: por un lado, la versión infantil, con efectos digitales, y por otra una dirigida al público mayor, en general los mismos niños de ayer, ahora convertidos en adultos, y que seguíamos añorando dicha obra.
    Creada por Kevin Smith, un afamado director de cine y guionista (quien, además, ha realizado varios cómics bastante respetables de Daredevil, Batman y Green Arrow, que también tiene una estupenda entrevista hecha a Stan Lee y que hasta en DVD salió, que me la regalaron para un cumple), corresponde a otra continuación directa de la serie ochentera.  Llamada Masters of the Universe: Revelation, le otorga la secuencia argumental de la que carecía el viejo show, creando una macrohistoria que se desarrolla a lo largo de toda su extensión y que permite otorgarles un trasfondo emocional mayor a sus personajes. A lo anterior, se le debe sumar la violencia que también faltó en su momento, con sangre incluida, muertes y hasta una pizca de erotismo.  Con buena parte de sus personajes emblemáticos incluidos (todos ellos con preciosas remodelaciones en su imagen, aunque siempre manteniendo rasgos clásicos en su vestuario y aspecto en general), su trama es todo un tributo al material original, pues aprovecha al máximo varios de los elementos claves de su mitología; por ende, si uno ha visto de manera previa el programa ochentero (y lo recuerda), se encontrará con emotivas sorpresas.
    Son solo 15 capítulos (5 por temporada), siendo que el año pasado fue retitulada como Masters of the Universe: Revolution.   Pese al "escaso" material nuevo, sobre tan queridos personajes, ver cada capítulo resulta no solo un emotivo viaje al pasado, sino que un reencuentro, ya a un nivel más maduro, con este material reciente y que será delicioso, en especial, para el espectador exigente.
     Asimismo, al ser un show para el cual se invirtió bastante tiempo y dinero, para sus voces originales en inglés se contó con actores de la talla de Mark Hamill (Luke Skywalker de la trilogía original de Star Wars) y Sarah Michelle Gellar (Buffy la Cazavampiros).
     ¿Y de qué va esta secuela oficial? Pues resulta que en su última batalla He-Man y Skeletor terminaron, supuestamente, quitándose la vida.  Lo recién mencionado, provoca que la magia en el universo se extinga casi por completo, lo que si no se revierte provocará un holocausto cósmico.  Le queda solo a Teela, acompañada de otras dos mujeres (una de ellas un potente nuevo personaje), enderezar las cosas, lo que implicará realizar un viaje muy peligroso.  En el camino se encontrarán con grandes peligros, entre ellos antiguos aliados de Skeletor, ahora adaptándose a su modo al no tener consigo a su líder.
    El programa rescata a un montón de personajes ya conocidos, algunos convertidos en verdaderos protagonistas y otros en secundarios con mayor peso, que el que tuvieron en su momento (como el Hombre Bestia, Orco y los padres de Adam). Por otro lado, incluso usaron a personajes creados en exclusiva para el filme de imagen real, dándole un rol muy destacado a cierto inventor.
     Dentro de lo destacado de esta verdadera joya de la animación para adultos (que menos mal fue de tipo tradicional), se encuentra el hecho de que aborda, con gran fuerza, el tema del empoderamiento personal, lo que implica llegar a aceptar el pasado (aunque sea doloroso), para así conseguir la verdadera autorrealización personal y, con ello y por fin, obtener la ansiada felicidad. Respecto a esto, la emancipación femenina toma un rol muy destacado, viéndose a las mujeres como verdaderas fuerzas de la naturaleza, que pueden ser tanto benignas, como malignas.
     En un principio He-Man y Skeletor no tienen mayor notoriedad, al menos de forma directa, en la trama y por eso al título de esta serie solo va el nombre de Amos del Universo; no obstante, ya a partir de la segunda temporada, estos cobrarán gran relevancia y, como no, el viejo Skeletor se robará la película en más de una ocasión (atentos al genial origen que le dieron, elementos igual sacados, en parte, de la versión de 2002).  Asimismo, el propio Hordak (el antiguo maestro de Skeletor y luego su rival, quizás más odiado que el propio He-Man) también tendrá algo que hacer en este espectáculo.

 
6. Recuerdos propios.
 
    He-Man y el resto de los personajes, me han acompañado la mayor parte de mi vida, desde mi infancia en los ochenta (época muy querida por mí, aunque bien sé que muchos compatriotas, sufrieron bastante debido a la dictadura de Pinochet).  Acá la serie llegó con atraso, más o menos entre 1984 y 1985, estrenada por el entonces llamado canal 13 de televisión, perteneciente a la Universidad Católica y que era uno de los dos más poderosos de la nación en aquellos años (el otro era el 7, del gobierno).  No recuerdo en qué día de la semana la daban en un principio, ni el horario; si bien tengo muy claro, que era un verdadero rito esperar un nuevo capítulo, que por esa media hora (con comerciales incluidos) era muy feliz.
    Mis primeras figuritas de He-Man se las pedí de regalo a mis papás para un cumple, que las fui a comprar con mi padre al local donde luego adquirí el resto de mi colección, que era el que tenía los mejores precios de su alrededor (el dueño o jefe de la tienda era un caballero con un ojo de cristal, que me daba algo de miedo, pero amable, y creo era vecino nuestro; conocía a mi papá y le hacía descuentos, pues mi "taita" tenía un negocio en casa y le compraba productos para luego venderlos acá en mi hogar).
    Ya no sé cuáles fueron los dos primeros "monitos" que tuve de niño, sin embargo, tengo presente varias cosas sobre mi coleccionismo, el primero que hice en mi vida: Una de mis figuras favoritas era uno de los primeros Hombres-Serpiente, Cobra Khan se llamaba, al que se le sacaba la cabeza y adentro llenaba con agua, para luego volver a ponérsela y al apretarla hacía abajo, dejar que este de su boca despidiera un rocío (una especie de narcótico en los dibujos animados).  A Kobra Khan lo compré en un viaje que hice con mi hermana Mabel (de como cinco años más que yo), una tarde lluviosa de invierno, en la que recorrimos el comercio con la plata justa para adquirir un nuevo "monito"; fue un tour que tengo en la memoria sellado a fuego, algo bello para mí, que muchas veces los dos salíamos con poco dinero, para solo gozar del vitrineo y soñando que cuando fuésemos grandes, nos daríamos todos los gustos que quisiéramos.  Una vez se lo presté a un sobrinito, con el cual nos llevábamos como cinco años de diferencia, me lo perdió y hasta el día de hoy mi hermana aún no me lo paga (sufrí harto esperando me lo repusiera).
    Todo el resto de mi colección, salvo las que recibí en posteriores celebraciones de mi "nombre", las conseguí ahorrando dinero y es que entonces sí sabía guardar lo poco que tenía.  Entre ellas, mi favorita era una máquina que se llamaba Slime Pit, una especie de trampa en la que ponías algún personaje, sentado en una garra huesuda y la que incluía un cráneo de un saurio arriba, que poseía un agujero para echarle un moco y que le caía encima a la "víctima", la que se suponía se convertía en una especie de zombie, debido al efecto de la sustancia sobre su cuerpo.
    Cuando salió el álbum de láminas no lo compré y, en cambio, a veces me gastaba algunas monedas para sobres, lo que hacía para ayudar a mi primo Pepito a completarlo (que vivía a la vuelta de mi casa, más o menos, y quien fue uno de mis grandes compañeros de juegos).  Quizás en agradecimiento, aparte de que nos queríamos mucho, por eso me regaló su Bachasaurus, un prototipo de tanque que llevaba un mazo, al que se le apretaba un botón para que este le pegara a los rivales, el cual se ganó al participar en un concurso infantil en la tele.
    Todo un plus a la hora de comprar las figuritas (no así los vehículos), es que estas venían (y todavía lo hacen) con preciosos minicómics.  El problema era que nunca estaban traducidos al español, asi que no entendía ni jota.  Pero igual alucinaba pasando las hojas y haciéndome una idea de qué iba todo.
     Los comerciales que pasaban en la tele para promocionar las nuevas figuras y vehículos eran una maravilla, que a uno lo dejaban alucinado.  Una vez avisaron de una promoción inolvidable: En tiendas seleccionadas pondrían un panel gigantesco, el cual llevaba en la parte inferior central una ranura, iluminada por una luz verdosa (espero no confundirme y ahora pienso que debía ser algo de tipo ultravioleta) y donde uno metía unas tarjetas con un mensaje oculto, que te daban apenas te comprabas alguna cosita de la colección.  La "iluminación mágica", permitía saber si eras ganador de alguna joyita, que en mi caso solo conseguí ese famoso póster con estilo Frank Frazetta y en el cual, por un lado, se veía el Castillo Grayskull y alineado He-Man junto a varios de sus compañeros; mientras que al lado contrario estaba la Montaña Tenebrosa, de donde salían Skeletor y sus vasallos, ambos bandos en posición de combatir entre sí.  Apenas conseguí el susodicho premio, lo pegué en una de las murallas que compartía con mis hermanas, que era tremendo y precioso.
    Debí tener cerca de veinte figuritas, sin embargo, al llegar a la adolescencia, cuando tenía 13 años en 1988, tuve la tonta ocurrencia de que ya no estaba para juguetes.  Dejé que mi mamá los vendiera (estaban a la exhibición, en una de las vitrinas del negocio que teníamos en casa) y quien, según ella, con el dinero obtenido pagó parte de los arreglos dentales que me hicieron. De este hecho me arrepentiré toda mi vida, que más encima hoy tendrían gran valor por su antigüedad.  Solo ya cuando estaba en la universidad, pasada la mitad de los noventa, me di cuenta de que no debía renunciar a mis sueños infantiles.
    Hoy en día los únicos "monitos" que poseo de los Amos del Universo, son dos muy bellos que compré bien baratos en la feria, más pequeños que la colección clásica y que creo son de la serie de 2002.  Los mantengo, con mucho orgullo junto a otras figuritas de mi colección privada en uno de los tantos muebles donde los pongo a la vista, para mi regocijo y así lucirme cuando tengo visitas.


                                      Algunos comerciales ochenteros de las figuritas de He-Man

lunes, 26 de febrero de 2024

De Ashoka y otras guerreras.

 
1. Sueños deseados y cumplidos.
 
    Dentro de lo mejor del programa animado en CGI Star Wars: The Clone Wars, se encuentran los personajes "nuevos" que introdujo al canon de la famosa franquicia creada por George Lucas; justamente, al respecto, el más popular de todos corresponde a la padawan (aprendiz) del famoso jedi Anakin Skywalker (luego Darth Vader).  La muchacha resultó tan del agrado del público, en especial gracias a los potentes guiones que le dieron su atractiva personalidad, que el público pidió verla lo más pronto posible en formato de imagen real; más encima, el frikismo/fanatismo fue tan grande, que hasta actriz tenían much@s de ellos para interpretarla: la latina Rosario Dawson, por su supuesto parecido con la guerrera (claro que Ahsoka no es humana y tiene sus buenos rasgos alienígenas), quien para la fecha poseía una gran carrera en la ñoñería fímica, destacando su labor poniéndole la voz a nada menos que Wonder Woman en varios filmes animados y como la entrañable enfermera Claire Temple, en las adaptaciones de Netflix para los cómics de Marvel (desde Daredevil hasta Los Defensores).
   El tiempo pasó tras el final del mentado show animado y una vez más los incondicionales de un espectáculo de televisión, demostraron el poder de su presión a los productores (tal como en los setenta, los primeros trekkers consiguieron que su programa favorito volviera como cartoon, tras ser cancelado años atrás Star Trek; sin olvidar casos más recientes, como cuando lograron darle un final a títulos tales como Farscape, Firefly y Sense8, luego de acabar dichas series sin cerrar sus arcos argumentales), puesto que pudieron/pudimos ver a la ex jedi "en carne y hueso" en los hombros de la Dawson: Apareciendo de invitada en un inolvidable capítulo de la segunda temporada de The Mandalorian y luego en otro de carácter antológico en El Libro de Boba Fett.  Era obvio con las mentadas intervenciones, teniendo en cuenta el carácter de estrella de la actriz a cargo de la heroína, de que se trataba de la promesa de un espectáculo catódico que la tendría de protagonista.
 
2. Más para fantasear y pedir.
 
   El cierre lleno de emoción de Star Wars: Rebels, dejó tanto satisfecho a sus seguidores, como en ascuas, tras el destino más o menos incierto de uno de sus personajes principales.  El público también pedía a gritos, saber no sólo que había pasado con Ezra, luego de su autosacrificio, sino que volver a contar con la presencia del resto de sus héroes y, como no, ojalá verlos en alguna producción en imagen real.
    Por otro lado, la mencionada Ashoka Tano había formado parte de la trama de Rebels, haciendo muy buenos amigos entre sus protagonistas.  Teniendo en cuenta lo anterior, habían muchas posibilidades de que sus vidas se volvieran a cruzar, de modo que al confirmarse un programa dedicado a esta última, se nos daba la oportunidad perfecta para también introducir en este formato a varios de los personajes de Rebels.  Solo había que saber de qué manera todo esto sería posible.

 
3. Nuevas misiones y batallas.
 
    Estrenada el segundo semestre del año pasado, Ahsoka cuenta con ocho episodios en su primera temporada.  Tal como ya vimos en las dos piezas de imagen real en las que participó, acá aparece ya como una mujer madura, que si bien dejó hace rato a los Jedi (razón por la cual, en parte, sobrevivió a la extinción masiva de su gremio, tras la traicionera Orden 66), continúa trabajando en apoyo del bien y ahora ayudando a la frágil Nueva República.  Es entonces que se encuentra con un complot, en el que están implicados los aún leales al Imperio, quienes desean traer de vuelta a una importante figura del pasado, de modo que solo ella y unos pocos viejos amigos son quienes pueden evitarlo.  Para esto, deberán realizar un viaje casi imposible, el cual, además, les daría la posibilidad de recuperar a un compañero hace rato perdido.
 
4. Rostros conocidos y otros por conocer.
 
   El programa que hoy nos reúne, nos da en el gusto al hacer que el protagonismo lo compartan otras dos heroínas del Star Wars en CGI: Les estoy hablando de las ex rebeldes Sabrine Wren y Hera Syndulla.  Tal como ya pasó con la propia Ahsoka y otros famosos nombres rescatados de las series animadas, la preocupación por hacer un buen trabajo y que el parecido fuese grande, la caracterización de las susodichas estuvo estupendo; a lo anterior, se suma el trabajo de las actrices que las encarnaron, bastante creíbles ambas.
    Por otro lado, se suma otro compañero de sus antiguas andanzas, el droide Chopper, quien también está igualito al de los dibujos animados.  Pero el astromecánico ha cambiado algo, parece, ya menos irascible y ahora haciendo nada menos que de cuidador del hijo de Hera con Kanan Jarrus (un simpático chico mestizo que, salvo el color verde de su cabellera, se ve de lo más "humano", un error a mi parecer de su diseño, desde la fugaz aparición que tuvo de bebé en el último capítulo de Rebels).  Igual me parece que se les fue el detalle de las manitos de este, las que le daban harta expresividad a la IA y que en ningún momento aparecen a lo largo de esta primera temporada.
    Asimismo, un personaje de The Clone Wars toma un rol bastante importante dentro de la historia: Huyang, el androide de larga vida, ligado por centurias a los jedis y que era forjador de varios de sus sables de luz.  Respecto a este, interesante resulta ser que su voz la pone una estrella de la talla de David Tennant, querido actor británico que se hizo famoso como, tal vez, el mejor Doctor Who de la era actual y quien luego nos sorprendería como el villano despreciable Hombre Púrpura en Jessica Jones (entre otros grandes papeles suyos).
    Sumados a los anteriores, retoma su papel como Mon Mothma la actriz Genevieve O' Reilly, ahora convertida en canciller (más madura y aún regia, a quien la recordamos de Andor) y Clancy Brown le presta su recia figura a Ryder Azadi (también se ve igualito al de "los monos", aunque más viejo).
    Y me voy a guardar la sorpresa del gran villano y de su contrapartida, quienes al aparecer en Ashoka, ya finalizando esta corta e intensa temporada, darán mucha alegría a los ñoños amantes de la franquicia.
    Y aún tenemos para más sorpresas: ¡Por fin vemos "en carne y hueso" a las aterradoras brujas de las Hermanas de la Noche! Si bien lo más emotivo de todo esto (y no les estoy haciendo un spoiler, que aparece en los afiches) viene a ser que de, por fin, nos muestran a Anakin Skywalker luego de los eventos El Regreso del Jedi (o sea, ya redimido tras abandonar el Lado Oscuro).
     Por último, nuevos villanos saldrán y entre ellos cabe destacar a Baylan Skoll, un ex jedi que ahora trabaja como mercenario.  Cabe mencionar que este fue el último papel de Ray Stevenson, quien nos dejó demasiado pronto, tan solo el año pasado y solo meses antes de que se estrenara el presente show.  Su rol lo hizo ser el primer personaje en aparecer en Ashoka, acompañado por su propia aprendiz.  Dentro de la genialidad del personaje, se encuentra el detalle de que no es una persona malvada en el sentido "sencillo" de la palabra, sino que es un hombre con honor y hasta amable, nunca cruel, más un rival que un enemigo y alguien que con facilidad nos puede caer bien.  Irreconocible con su larga barba canosa, Stevenson no deja de verse imponente y sigue viéndose tan bello y masculino desde que lo conocí en Roma; se le echa mucho de menos y este papel es parte del gran legado que nos dejó, una formidable manera de despedirse de nosotros.
   Por cierto: Atentos a la preciosa intervención, en el último episodio, de uno de los personajes más icónicos de Star Wars, siempre a cargo del mismo actor desde los gloriosos setenta.
 
5. Palabras finales y hasta pronto.
 
    La serie fue creada por Dave Filoni, la misma persona que nos dio a ese gran personaje que es la mismísima Ashoka Tano.  Este se encargó de todos los guiones y dirigió en dos ocasiones.
    Ashoka está entre mis heroínas preferidas, en especial porque hemos "presenciado" su crecimiento desde su niñez hasta su adultez, pasando por bastante hasta convertirse en la gran mujer que es.  No siempre logramos tener oportunidades como esta, puesto que la mayoría de las veces nuestros héroes aparecen ante nuestros ojos ya adultos. De ella me encantó, entre otras cosas, su alegría y optimismo, aspectos suyos que incluso en medio de las batallas más cruentas no abandonaba; sin embargo, desde que salió ya encarnada por Rosario Dawson, no ha mostrado tales aspectos y apenas sonríe, que se le aprecia demasiado grave, muy seria para mi gusto.  Me gustaría saber qué opinan otras personas al respecto.
    Agradezco al Tío Lucho, Luís Saavedra para el resto, por haberme aconsejado ver primero Rebels y es que este programa solo se aprecia en su plenitud, si antes lo hicieron tal como yo.  Por lo mismo, no sé hasta qué punto alguien que no conoce los mencionados antecedentes, puede llegar a apreciar de manera independiente este título.
    ¡Y ahora solo a esperar la segunda temporada! (que ojalá sea este mismo 2024)


                                                   Los bellísimos créditos de cierre

jueves, 22 de febrero de 2024

Viejos temas, nuevas historias


1. Niños mágicos.
 
    La prolífica y premiada carrera literaria de Stephen King alcanzó el estrellato con su novela Carrie, una novela de terror muy especial que tenía de protagonista a una adolescente con poderes extrasensoriales; específicamente su personaje tenía telekinesis, o sea, la capacidad de mover cosas con su mente.  Con posterioridad a esta obra, escribió otros textos sobre menores de edad con capacidades especiales, encontrándose entre estos títulos como El Resplandor (que, entre otras cosas, implicaba a un niño capaz de percibir a los fantasmas, además de ser telépata), Ojos de Fuego (piroquinesis, o sea, producir fuego de la nada), Cazador de Sueños (vincularse con otras personas a un nivel superior al normal... ¡Al menos así es como lo recuerdo!), Desesperación (un muchacho, también, con hipersensibilidad al mundo sobrenatural), Corazones en la Atlántida (otro chiquillo con algo parecido al "Resplandor"), Casa Negra (un niño capaz de desestabilizar los ejes de la Torre Oscura, algo bastante complejo como para explicar en pocas palabras) y la miniserie Rose Red (con guión original suyo, que nos muestra a una niña autista, que puede comunicarse con entidades extracorpóreas).  De seguro hay varios casos que se me escapan, pero la lista ya es lo suficientemente grande, como para demostrar la predilección u obsesión de King al respecto.
     No faltarán quiénes dirán que el Tío Steve se ha repetido a sí mismo más de una vez (una manera "linda" de hablar de autoplagio), pero no es así.  Y es que ese tipo de personajes es un tópico mucho más antiguo que Carrie misma; otra cosa, es que alguien como mi autor favorito se decante por este leiv motiv, que algo similar pasó con Gabriel García Márquez y sus historias de Macondo o con Conan Doyle, con tantas narraciones suyas sobre Sherlock Holmes... Claro que en los dos últimos casos, no importa lo repetitivo que le podían salir sus relatos, que cuando algo es bueno y nos gusta, queremos más y lo mismo podemos decir de los niños extraordinarios del señor Esteban Rey.  Más encima, en cualquiera de los ejemplos mencionados, aun cuando se retoman los mismos elementos, la historia es otra y he ahí la genialidad de sus creadores.


 
2. Solo "algo" parecido, pues no es lo mismo.
 
    Transcurría 2019 cuando salió publicado El Instituto, una novela de suspenso y de ciencia ficción de Stephen King (quizás con alguno que otro elemento de terror).  El libro, que bien recuerda en varios puntos a su clásico Ojos de Fuego, bien podría ser una especie de secuela indirecta del libro sobre la niña piroquinética.  Lo anterior, debido a que nos muestra una agencia ultrasecreta que rapta a niños con poderes psiónicos, para usarlos con un propósito muy particular; no obstante, este "lugar" no se llama como sucede con el título ochentero (que en ese caso recibía el nombre de La Tienda), así que bien puede tratarse de una pieza absolutamente independiente, si bien toma mucho de lo mejor del mentado texto anterior.
     Luke Ellis, un chico de tan solo doce años, es un verdadero superdotado intelectualmente hablando, así que tiene un futuro prometedor y todo parece ir bien en su corta vida (incluyendo un padre y una madre amorosos, un estupendo mejor amigo y que dos universidades prestigiosas lo han aceptado), hasta que los del Instituto se lo llevan una noche, sacado desde su propio hogar, para convertirlo en una de sus valiosas posesiones. Allí se encontrará con otros menores como él, que también poseen sus propias habilidades extraordinarias y están en contra de su voluntad en ese lugar "perdido" en medio de un bosque.  Adultos maquiavélicos los someten a sus procedimientos, que resultan dolorosos tanto para sus rehenes, como para el lector que se encuentra con esta espantosa forma de horror y de abuso infantil.  Sin embargo, el deseo de libertad y la fuerza de voluntad son demasiado fuertes, de modo que, pese a su corta edad" seremos testigos de una emancipación que nos tendrá muy enganchados en su proceso.
 
3. Virtudes propias.
 
   Cuando leemos, al menos en la edición española, la sinopsis de El Instituto, creemos que esta novela parte con el niño genio al que me referí más arriba y teniendo como ambientación tan infame institución; pero el llamado Rey del Terror nos sorprende desde el principio y pone como protagonista, de más o menos las primeras sesenta páginas, primero a un adulto de lo más común: Tim Jamieson, un ex policía buscando partir de cero, quien llega a un perdido pueblito del sur de Estados Unidos, para así lograr cumplir su deseo. Cabe mencionar que, el maestro, logra entusiasmarnos con esta partida tan inesperada, al punto que cuando acaba esta parte inicial, solo queremos volver a saber de este... ¿¡Que nos importa saber de más chicos con poderes, si el "mundo real" también puede ser interesante y divertido!? No obstante, el escritor, al cual ya lo conocemos bastante muchos de nosotros, sabe armar demasiado muy bien sus tramas y El Instituto no es la excepción.
    Si en la primera parte se nos narró el proceso de volver a empezar, el valor de la voluntad y de la esperanza, el resto del libro sigue estos caminos, aunque llevados a una historia que toma ribetes llenos de intriga, acción y, como no, bella sublimidad.  Los héroes de King son tan humanos, entre seres comunes y corrientes, como también aquellos que sobresalen en la hisoria debido a su especial condición; lo mismo sucede con sus antihéroes y villanos, todos ellos personajes magníficos.
     La gente del pueblo de DuPray consigue hacérsenos maravillosa, tan llena de vitalidad con su preciosa normalidad; y en cuanto a los chicos del Instituto, estos con facilidad se roban nuestro corazón, pues King sabe hacerlos creíbles (no como los demasiado perfectos niños de las obras de Orson Scott Card, que por mucho que se hacen entrañables, son poco realistas, debido justamente a su falta de conductas propias de su edad) y logran recordarnos a nosotros cuando teníamos esos años: con el gusto por lo juegos, apegados a sus adultos en los mejores casos, llenos de esperanza y hasta inocentes... Por lo mismo, el grupo humano que se forma en el Instituto nos presenta la otra cara de la moneda de la fraternidad, la que existe entre los pequeños, así como en DuPray se retrata la existente entre la gente mayor.  De igual manera, los numerosos villanos que aquí encontraremos, darán muestra de distintos niveles de maldad, muchos de ellos tal como lo podemos encontrar en la vida real entre quienes nos rodean: gente que cree que lo que hace es lo correcto y por ello no importa dañar a otros, si todo es por un bien mayor; por no mencionar a los sádicos, a quienes han perdido la capacidad de sintonizar con los demás y que gustan sometiendo a otros, porque en su pasado ellos mismos sufrieron el peso de la violencia.
    Nuestro escritor sabe cómo montar todo y ya acercándonos al poderoso clímax, es para aplaudirle la manera cómo va saltando, con pleno dominio de la narración, de un grupo a otro... Todo hasta atar, cual marinero. experto y con mano firme, en un gran nudo todas las cuerdas. Cuando por fin se unen las vidas de los dos protagonistas, luego de pasado hace rato la primera mitad del libro, es como para saltar de alegría y es que ello es la promesa de que todavía (pese a la diversión previa), lo mejor del volumen está por venir.
    Como muchos otros trabajos de su autor, un hombre con una visión bastante espiritual del mundo y una religiosidad cristiana laica, muy arraigada y que podemos percibir bien fuerte en buena parte de su obra, estos dos rasgos suyos bien se encuentran en El Instituto. Y es que sus dos héroes principales, antes de llegar al lugar donde por fin serán "libres' y se reúnan, conocen la amabilidad de los desconocidos, verdadero bálsamo para que ambos consigan su objetivo.  Asimismo, está presente la idea de que hay un destino que debemos cumplir, que nada es azar y que, por lo mismo, llegamos a formar parte de la vida de los demás no solo para hacer comunión, sino que para marcarlos y para que ellos mismos dejen su huella en nosotros.  En verdad, es muy hermoso cómo se desarrolla todo esto, en tan recomendable pieza literaria.
    Por último, el tema del autosacrificio volverá a estar presente en un libro del Tío Steve, que por mucho que queramos que todo cierre "bonito", tendremos que asumir la idea de despedirnos, de más de uno de esos admirables personajes suyos.
     Y a todo esto: Me queda claro que, a mi escritor favorito, le gusta lo que hace su colega George R. R. Martin y en especial su saga de Canción de Hielo y Fuego.
     Por cierto: Espero con ansias la peli, miniserie o serie.


4. Personajes.
 
    En la siguiente lista solo nombraré a los secundarios, que con lo que he dicho sobre Luke y Tim creo que ya basta.  Me saltaré algunos nombres, en todo caso, mencionando a los que más intervienen, poseen real importancia para la trama y lograron simpatizarme lo suficiente, como para recordarlos con nostalgia.
 
* Sheriff John Ashworth: La mayor autoridad de la ley en DuPray es un hombre negro y con sobrepeso, sencillo y amable, quien lleva tan bien su puesto, que la vida en el pueblito en general es bastante tranquila.  Conoce lo suficiente a las personas, como para darse cuenta que el nuevo visitante de su pueblo es alguien en quien confiar.
 
* Annie Ledoux, más conocida como Annie la Huérfana: Uno de mis personajes favoritos, es la única indigente de DuPray, aceptada sin problemas en este lugar.  Buena compañía, gran conversadora y de fiar, hace buenas migas con Tim y eso será beneficioso para ambos.  Su edad está entre los sesenta y los setenta.
 
* Ayudante Wendy Gullickson: Guapa agente de la ley, quien en un principio recela de Tim; con posterioridad la relación entre ambos mejorará considerablemente.
 
* Kalisha Benson: Una niña de color muy amistosa, también residente forzada del Instituto, la primera en recibir a Luke cuando este llega, quien rápidamente queda prendido de ella.  Su poder es la telepatía.  Tiene más o menos unos catorce años.
 
* Nicky Wilholm: De unos dieciséis (el máximo en el Instituto), es un atractivo chico que posee una fuerte determinación por no dejarse avasallar; por lo mismo entra en conflicto de manera fácil y sin dudarlo, con los adultos del Instituto.  Como la anterior, se hace gran amigo de Luke.
 
* Avery Dixon: De unos diez años, aparenta menos.  Su telepatía es a un nivel sorprendente y junto con los tres anteriores, sumado al ejemplo de Luke, será uno de los responsables en crear la rebelión merecida en contra de sus captores.
 
* Maureen Alvorson: Una mujer con un pasado muy doloroso, que trabaja en el Instituto, quien se dedica a limpiar y ordenar los cuertos de los niños.  Es la única persona adulta verdaderamente amable con los pequeños, si bien guarda varios secretos, aunque estos no escapan al cuarteto de chicos ya mencionados.  Su cercanía con Luke, será esencial para que se lleve a cabo la revuelta en tan desagradable sitio.
 
* Señora Sigsby: La mandamás del Instituto es una mujer madura y flaca, no asidua a relacionarse de forma estrecha con la gente. Dura y eficiente, considera a los niños meros instrumentos para cumplir lo que ella cree, como toda una fanática, un mal menor por un bien mayor.  Carece de toda simpatía y empatía.  Vive para lo que hace, al punto de renunciar a toda vida privada.  Su soberbia será su mayor debilidad.

 

Aquí su humilde servidor leyendo a King estas vacaciones,
que desde mi adolescencia es la lectura ideal en temporada estival.

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